jueves, 22 de julio de 2010

Vicios.

Uno aveces piensa, que sera lo que me espera del otro lado del umbral, yo espero que sea algo de whisky y tabacos, por que como dice Sabina, "A quien puede importarle que después de muerto uno tenga sus vicios".


Lo encedí, lo pase a mi primo Hazael, el lo paso a mi hermano Adrian, por ultimo a Antonio que fue interrumpido por su madre al intentar probarlo (el no fuma) así que su madre lo tomo y lo probo por el, el resto quedo sujeto al montículo de tierra. El ultimo cigarro, tal vez el mejor, lo dejamos nos fuimos.

Una semana después fuimos a dejar la "Cruz" de madera típica de la religión católica, al buscar la colilla creyendo que iba a quedar mas de la mitad del cigarrillo, lo descubrimos acabado hasta la colilla, esto nos lleno de emoción y dejamos otro antes de partir.



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