¿Recuerdas la noche en que nos conocimos?, fuimos tan extraños uno del otro, sin embargo sabíamos que algo dentro del otro no parecía ser normal.
Te atreviste a mirarme a los ojos y decirme que tanto me querías, que tanto me deseabas, que tanto era imposible entre los dos, cuando apenas momentos antes enlazaba entre mis dedos los tuyos y te pedía vivir toda una aventura sin remordimientos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario