miércoles, 25 de agosto de 2010

Novela parte 2


He sido secuestrada, me encuentro en un lugar oscuro, bastante húmedo escucho las ratas moverse y me imagino que esperan para comerme, ¿Como puede ser que este en esta situación?.
Apenas recuerdo lo que sucedió, estaba en mi ultimo golpe, solo por diversión, robarle algo de dinero a unos mafiosos jaja, todo iba perfecto, entre a la bodega, el guardia nunca me vio, desactive las cámaras de seguridad, me acerque a esa pequeña montaña de dinero escondida y camuflada como unos toneles cubiertos con una lona, tome el dinero que cupo en mi mochila y me dispuse a salir, que adrenalina sentí en ese momento que no me percate que alguien me observaba desde la oscuridad, ahora lo recuerdo, cuando me dispuse a saltar por esa ventana alguien me disparo, maldición un dardo tranquilizante.
Pero ¿Por que no matarme? No es la primera vez que le robo dinero a la mafia, mas bien ya tendrían que estar hartos de mi, espero que no me hagan sufrir mucho.

Han pasado cuatro días desde que me encuentro en esta celda, lo se por que se escucha las campanas indicando la media noche y el medio día, parecen ser de una catedral, que mas da en este momento, alguien abre una reja y me acerca un plato de comida, me lo tiene que poner en la boca, atada de manos y pies es imposible hacer algo, me encuentro en total desfachatez, no me he bañado, mis necesidades las tengo que hacer sobre mi, sola sentada en una silla, atada de pies y manos alguien dándome de comer en la boca pero su rostro nunca muestra, la suciedad del lugar y mi propia suciedad, espero no me de una infección, ahora se que este sera mi fin, no pasara mucho tiempo antes de que la poca comida no sea suficiente, que el silencio del hombre que me alimenta me vuelva loca, se que es hombre por las manos que alcanzo a observar, ásperas, maltratadas por el trabajo, nada que ver con las mías, finísimas manos ahora un poco mordisqueadas por las ratas que me empiezan a saborear.

Ya es el décimo día desde que estoy encerrada, me sorprende seguir viva, me gustaría decir que ahora se como pasar el rato pero mi hedor me impide siquiera respirar a la perfección, las ratas juguetean a mi alrededor por que se acerca el momento en que desfallezca, no parece ser la primera vez que esperan algo así, son seres crueles que gustan de ver sufrir a su presa, esperan que se vuelva loca, no tiene escapatoria y muere en la soledad, después ellas comen.

Apenas el doceavo día y empiezo a delirar, por suerte falta poco para mi ración de comida diaria, algo diferente pasa, en lugar de eso se abre completamente la reja, ahora no distingo bien al hombre pero puedo asegurar que es el mismo que me alimenta, me jala y me encuentro sobre un pasillo, no distingo bien, el hábilmente rompe con lo que me encontraba atada, me da un jalón y me dice ahora todo estará bien, este hombre es hábil, salimos del lugar sin ningún ruido, me pone en pie en una parque algo concurrido donde la gente me miraba asqueados quizás. es apenas a unas cuadras de donde según creo estuve en cautiverio, me mira, me roza la mejilla, -Aun en este estado te sigues viendo hermosa. No le importo mi aspecto y enseguida una camioneta llego y me invito a subir, conocer la razón de mi secuestro o irme caminando y ocultarme por mi misma, entonces subí.

La luz que recién había vuelto a ver aun lastimaba mis ojos, una vez acostumbrándome todo estuvo mejor, lastima que no reconocí el lugar donde me habían llevado, era un gran apartamento, tuvimos que utilizar elevador para llegar al doceavo piso, el ultimo, una hermosa vista hacia la ciudad, las personas casi no se veían, me pidió que tomara un baño me cambiara de ropa y que pidiera lo que quisiera de comer a uno de sus empleados, tal vez los sueños si se cumplen después de tantas dificultades.

La platica fue muy trivial, pues el no decía nada mas que halagos y yo no me sentía en la posición de hacer preguntas, entonces dijo. -Desde el primer día te hubiera rescatado, pero no tenia donde llevarte, este es un lugar seguro. En ese momento alguien toco el timbre, -todo ha acabado. Fue lo que dijeron, momentos después acabaron con la puerta, mataron a la servidumbre, hicieron pedir clemencia a mi salvador y le dieron un tiro en la cabeza, no hubo tiempo para reaccionar, alguien dijo sarcásticamente, -Te extrañaremos Emanuel.
En ese momento llego a mi mente, el fue el culpable de todo, antes de hacer el atraco a los mafiosos el me contacto se presento como Emanuel Avilar y me dijo donde robar, que confiada pude ser, todo lo que he pasado por culpa de mi salvador, uno de los hombres armados me tomo del brazo y me arrastro a la puerta, el jefe, un hombre no muy gordo y cuadrado me dijo con su aliento alcoholizado y enojado, no vuelvas a intentar huir, salimos del apartamento donde no quiero volver a ir, de regreso a la celda a acompañar a las ratas.

Para mi sorpresa regresando del apartamento no me espero una celda humeda y con ratas por doquier, si no una habitación sencilla, una cama individual, una mesa de noche, una mesita al centro con dos sillas, un baño y ninguna ventana, -Espera aquí. Y cerraron con llave.

No hay comentarios:

Publicar un comentario